La palabra “boxing” ya era utilizada en Inglaterra en el Siglo XVI para referirse a una riña de puños. Pero la primera constancia de un combate de boxeo, como justa deportiva, es de 1681, mientras que el primer uso de la palabra “boxing” para referirse al deporte, data de 1711.
El boxeo, como deporte, se originó en Inglaterra y se popularizó en el siglo XVIII. En sus primeros días, no existían reglas formales y los combates eran extremadamente brutales, sin límites de tiempo ni protección para los combatientes. Los peleadores podían utilizar cualquier parte de su cuerpo para golpear, incluyendo cabezazos y golpes bajos.
Con el tiempo, se fueron estableciendo reglas y normas para hacer el deporte más seguro y justo. En 1867, se introdujo la primera regla que prohibía los golpes bajos, y en 1889 se implementó el uso de guantes acolchados para proteger las manos de los boxeadores.
El término “boxeo” se utiliza para describir este deporte debido a la forma en que los combatientes se golpean entre sí. Los golpes se realizan predominantemente con los puños, y el objetivo principal es golpear al oponente en la cabeza y el cuerpo para debilitarlo y eventualmente noquearlo.
En el boxeo moderno, existen diferentes categorías de peso y se han establecido reglas estrictas para garantizar la seguridad de los boxeadores. Los combates se dividen en rondas, con descansos entre cada una, y se cuenta con árbitros para asegurarse de que se respeten las reglas y se eviten lesiones graves.
El boxeo ha evolucionado a lo largo de los años y se ha convertido en un deporte ampliamente practicado en todo el mundo. Además de ser una competencia física, el boxeo también se considera un arte marcial y requiere habilidades técnicas, tácticas y mentales.
En resumen, el boxeo se llama así debido a la forma en que los combatientes se golpean entre sí con los puños. A lo largo de los siglos, ha evolucionado desde una riña de puños sin reglas hasta un deporte organizado con reglas y normas para garantizar la seguridad de los participantes.