Un niño con alta demanda es aquel que posee un temperamento fuerte, siendo muy activo, intenso y sensible. Estos niños no son malos, consentidos o difíciles, sino que son pequeños especiales con cualidades únicas que pueden complicar la crianza en algunos casos.
El término “niño con alta demanda” no es muy conocido, pero es utilizado para describir a aquellos niños que requieren una atención constante y tienen necesidades emocionales y físicas intensas. Estos pequeños suelen ser muy activos, siempre en movimiento y necesitan estar ocupados y estimulados constantemente.
Además, los niños con alta demanda también son muy sensibles y reaccionan de forma muy intensa ante estímulos o situaciones que para otros niños podrían pasar desapercibidas. Pueden ser muy sensibles al ruido, la luz, las texturas o los cambios en su entorno, lo que puede generarles ansiedad o malestar.
Estos niños también pueden tener dificultades para regular sus emociones, lo que puede llevar a comportamientos desafiantes o explosivos. Pueden ser muy exigentes y demandantes en cuanto a la atención y el tiempo que necesitan de sus cuidadores, lo que puede resultar agotador para los padres.
Es importante tener en cuenta que los niños con alta demanda no son responsabilidad de los padres, ni son “problemas” que deben ser solucionados. Son simplemente pequeños con un temperamento más intenso y particular, y requieren un enfoque de crianza adaptado a sus necesidades.
Para criar a un niño con alta demanda de manera efectiva, es importante establecer rutinas y límites claros, proporcionarles un entorno seguro y estructurado, y brindarles suficiente tiempo y atención. También puede ser útil enseñarles estrategias de autorregulación emocional y proporcionarles actividades que les permitan canalizar su energía de manera positiva.
En mi experiencia personal, tengo un sobrino que podría ser considerado como un niño con alta demanda. Desde muy pequeño ha sido extremadamente activo y siempre ha requerido mucha atención y estimulación. Ha sido un desafío para mi hermana y mi cuñado, pero también han aprendido a adaptar su crianza a las necesidades de su hijo.
Han establecido rutinas claras y han buscado actividades que le permitan canalizar su energía de manera positiva, como practicar deportes o hacer manualidades. También han aprendido a reconocer las señales de malestar de su hijo y a brindarle el apoyo emocional que necesita en esos momentos.
En resumen, un niño con alta demanda es aquel con un temperamento fuerte, activo, intenso y sensible. No son malos, consentidos o difíciles, sino pequeños especiales con necesidades únicas. Para criar a un niño con alta demanda de manera efectiva, es importante adaptar la crianza a sus necesidades, establecer rutinas claras y brindarles suficiente tiempo y atención.